Siku uña ira (Flauta de Pan)

Contexto histórico

El siku o flauta de pan es un instrumento que se interpreta de forma colectiva, es decir, varias flautas de pan conformando una tropa o sikuriada. La sikuriada constituye uno de los sistemas orquestales amerindios más difundidos en el continente sudamericano, siendo una estructura que articula la cohesión social comunitaria. Los sikus se constituyen de modo dual y complementario. De este modo, cada instrumento tiene una escala sonora que está distribuida en dos medias flautas, denominadas arka e ira. Ambas son tocadas en pareja por músicos que van complementando sus sonidos de modo alternado, tejiendo una melodía sonora. En una sikuriada existen pares de flautas de pan que varían en sus tamaños, existiendo ejemplares pequeños, medianos y grandes, denominados en aymara ch’uli, malta y sanka respectivamente. Todos los pares de sikus van tocando la misma melodía al unísono generando una gran masa sonora polifónica. Su interpretación es acompañada por instrumentos de percusión que pueden variar según cada localidad como bombos, cajas y platillos. Tradicionalmente una tropa está compuesta por 12 músicos. Sin embargo, en las últimas décadas esto ha ido variando existiendo tropas que se constituyen de cientos de músicos. 

El origen de esta tecnología sonora se puede rastrear en tiempos prehispánicos en los primeros siglos de nuestra era. Hoy en día sus sonidos se interpretan en diversos contextos. Por un lado, son parte de fiestas rituales para honrar a huacas que el mestizaje vistío de santos patronos para influir en el clima. Por otro lado, su configuración orquestal también es usada en contextos urbanos de cohesión social de diversa índole, como por ejemplo instancias de protesta política (Pérez de Arce 2021, Cavour (1994 [1999]).

Esta pieza es parte de una tropa de siku, por su tamaño puede tratarse de una uña. Esta flauta es la parte ira de un conjunto dual que se toca de modo alternado. En las festividades tradicionales se encuentran tocando en un mismo espacio conjuntos o tropas de comunidades distintas, cada una toca su propia melodía. En estas instancias, se produce una suerte de combate sonoro en donde cada tropa busca que sus sonoridades sobresalgan.  El tamaño pequeño  de este siku uña genera un sonido estridente que ayuda a llevar las frecuencias sonoras hacia arriba, permitiendo que la melodía de la comunidad que la utiliza sobresalga (Venegas 2024).