Gallina (Silbato)

Contexto histórico

Basados en la información recopilada desde el archivo del Museo y la información contenida en el inventario de colecciones, es posible estimar que la fecha de elaboración de las piezas es cercana a 1955, momento en que se concretó su donación. Estas piezas en particular pertenecen a un tipo de cerámica elaborada en la ciudad de La Paz Centro. Sobre la cerámica de esta localidad se menciona:

“Es una ciudad que produce toda clase de cerámica utilitaria, pero al mismo tiempo ha nacido allí otra, tal como en Talagante (Chile), completamente distinta. Se trata de una cerámica pintada al óleo, que toma las formas de los animales de la región; algunas veces se trata de alcancías, otras simples figuras para los “nacimientos del Niño”, o son pitos para la “Fiesta de la Gritería”, de carácter netamente español.” (Paniagua, Frutos, 1955, p. 12). 

La celebración de La Gritería, por otra parte, corresponde a una de las más importantes fiestas religiosas de Nicaragua, en la que se rinde honor a la inmaculada concepción de María. En ella, los fieles recorren en grupo las calles de los diferentes municipios deteniéndose en cada altar de la Virgen y entonando cantos, rezos y gritar “¿Quién causa tanta alegría” para posteriormente responder “La Concepción de María”.

En la actualidad, según se comenta en un periódico digital local, su fabricación y uso ha sido sustituido por el de los pitos de plástico. 

Dado su uso en las festividades alusivas a la concepción de la Virgen, se asume que los aerófonos en la colección del Museo son usados en compañía de gritos, y cantos de jolgorio, sin por ello tener que seguir pautas claras o una melodía establecida. El artículo encontrado en línea, hace pensar que en la actualidad su uso también podría estar ligado a aspectos lúdicos y destinado a los niños, ya que se refiere a ellos como “juguetitos de barro”.